Comunas en Venezuela: un peligro estratégico para el imperialismo
Por Julian Rosales, desde Caracas /Resumen Latinoamericano.-El día 12 de noviembre de 2013, más de 800 delegados y delegadas de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora (CRBZ) -una de las mejores expresiones del pueblo organizado en Venezuela- realizaron una asamblea nacional en plena Caracas, capital del país. Convocados bajo el lema, “¡Contra el Imperialismo y la Guerra Económica, Contraofensiva Popular y Revolucionaria!”, la asamblea reunió a cientos de luchadores sociales de base, en su gran mayoría campesinos/as y comuneros/as.
Además de la CRBZ y su diputado Orlando Zambrano, estuvieron presentes, entre otros, los dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) Freddy Bernal, Héctor Navarro, Jesús Farías, como también representantes del Gobierno Nacional como la Ministra del Poder Popular para la Mujer e Igualdad de Género, Andreína Tarazón; el Ministro del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales, Reinaldo Iturriza, y el Presidente del Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (INDEPABIS), Eduardo Samán.
En el contexto de la gran asamblea del pueblo organizado, Resumen Latinoamericano tuvo la oportunidad de entrevistar a Duilliam Virigay, vocero nacional de la CRBZ y responsable del Frente Nacional Comunal Simón Bolívar (FNCSB), instrumento de la Corriente destinado a construir y organizar su trabajo comunal en el país.
-En el contexto de esta Asamblea Nacional de la CRBZ, ¿podrías explicar cómo surgió el trabajo comunal dentro de la Corriente y por qué?
-El primer movimiento que surgió, antes de nacer la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora, fue el Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora (FNCEZ). El Frente Campesino empezó a estructurarse a partir de la lucha por la tierra, desde los años 98 y 99. En ese momento comienza una lucha a muerte en Venezuela por la tierra. Para estos momentos estamos hablando de más de 300 dirigentes asesinados por la oligarquía venezolana, específicamente la oligarquía terrateniente, durante esta lucha campesina para acceder a la tierra.
A partir de que el FNCEZ se constituyó y se fortaleció, surgió la necesidad de construir otros instrumentos para atender a otros sectores sociales en el país. Es allí donde se formó, en 2005, el Frente Nacional Comunal Simón Bolívar (FNCSB). A partir de allí empiezan a articularse los consejos comunales, a los cuales, como movimiento, teníamos acceso por el trabajo de base. En la primera asamblea constitutiva del FNCSB participaron entre 300 y 400 consejos comunales. Así nace el Frente Comunal.
-¿Por qué, como movimiento social, se toma la decisión de dar prioridad a la construcción de comunas?
-Por la visión que plantea el Comandante Presidente, Hugo Chávez, de refundar la república, y refundarla desde abajo, desde los barrios, desde los campesinos. Él vio la necesidad de construir una nueva institucionalidad revolucionaria que fuera edificada desde las bases y las raíces. Chávez plantea la nueva geometría del poder y dentro de eso, edificar la nueva institucionalidad. Entonces plantea la construcción desde los consejos comunales, las comunas, las ciudades comunales, los territorios federales, y desde allí comenzar a desmontar el Estado oligárquico-burgués que actualmente existe en Venezuela.
A partir de su visión, nosotros vimos la necesidad de articular un movimiento que se venía constituyendo con el apoyo del gobierno, con un apoyo decidido desde el punto de vista político de nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez Frías. Decidimos desarrollar una política hacia el sector comunal que hasta ese entonces era simplemente a través de consejos comunales. No existían leyes de comunas para ese momento, mucho menos para ciudades comunales. Entonces nosotros lo planteamos, en el estado Apure, en un territorio muy complicado por ser victima del saqueo, del contrabando, de grupos irregulares en la frontera (con Colombia), de paramilitares, de asesinatos por parte de la oligarquía terrateniente. Como movimiento decidimos que aunque fuera difícil hacerlo, podemos hacerlo como en cualquier parte del país. En Apure empezamos a plantearnos la construcción de ocho comunas, y con esas ocho comunas, que agrupaban 39 consejos comunales, articular una ciudad comunal, algo difícil por la situación de la frontera. Pero la insistencia, la constancia, el desarrollo de toda una política de masa, con nuestra filosofía de organizar, formar y movilizar (nuestra metodología de construcción), al pueblo, fuimos construyendo conciencia y efectivamente, después de varios años, hoy en día existe la Ciudad Comunal Campesina Socialista Simón Bolívar (CCCS-SB), que es la mejor experiencia de organización social de este país.
Al mismo tiempo, también utilizando una política que el Comandante llamó “Punto y círculo”, hemos desarrollado otros grupos de experiencias bastante importantes en otras partes del país y hemos pasado a ser, como CRBZ y como FNCSB, y lo digo con mucha humildad, a ser vanguardia. Este año se va terminar la meta del registro de 420 comunas a nivel nacional. De esas 420 registradas, el FNCSB es responsable por 269, más que la mitad, o sea un 60%. Eso es producto de un trabajo y una política sostenidos del movimiento. Dentro de nuestras comunas hay toda una política integral. No es nada más ir a organizar a la gente. Nuestro trabajo comunal incluye el tema económico, como el tema de seguridad. En nuestras 269 comunas, unas más consolidadas que otras, hay toda una política de construcción de la Milicia Nacional Bolivariana (MNB). Porque si el poder es para el pueblo, es transversal. Es lo económico como es lo militar. Estamos desarrollando una política comunicacional hacia cada una de las comunas, y hacia afuera de las comunas. Como también desarrollamos una política de acompañamiento al pueblo, garantizando victorias muy concretas en la lucha por el buen vivir de la gente. En las zonas rurales la vialidad, el crédito, las casas, entre otros. En el municipio Páez del estado Apure, hay comunas que están ejecutando 636 casas. Ellos mismos, sin intermediarios, sin contratistas, construyendo sus casas. También en la Ciudad Comunal Juan Pablo Peñalosa se están ejecutando 200 casas, y en la Comuna Alí Primera del estado Táchira se están construyendo 100 más.
Hay un montón de cosas que se están desarrollando que son muy interesantes y a veces no se visibilizan. De hecho, aquí en la Asamblea estamos denunciando el hecho que el SIBCI (Sistema Bolivariano de Comunicación e Información) debe abocarse a eventos como este. El SIBCI no es solamente la vocería del gobierno. El gobierno tiene muchas cosas que decir, pero es más importante que el pueblo también diga las cosas que está haciendo el gobierno y que está haciendo el pueblo en función de fortalecer la Revolución. No es nada más defenderla, sino avanzar y pasar a la ofensiva. Nosotros estamos hablando de una contraofensiva estratégica en contra de la derecha desde cada espacio territorial. La política que no se defiende en el territorio, que no se consolide en el territorio, no tiende a ser contundente. A la política hay que territorializarla. Por eso el Comandante plantea las Comunas. Esa política hay que territorializarla con conciencia y con acciones concretas.
Muchas veces los medios, la burocracia, los intereses de derecha, intentan invisibilizarnos. No ha sido nada fácil, pero gracias al Comandante, quien por Ley Habilitante decreta la Ley de Comunas, la Ley del Poder Popular, la Ley de Economía Comunal, a partir de allí se nos han facilitado las cosas. La metodología que hemos aprendido en lo cotidiano, la experiencia adquirida, lo que hemos hecho es replicarla. Hoy tenemos experiencias de comunas en 19 de los 23 estados del país, todas experiencias muy sólidas.
A partir de nuestra construcción, el gobierno nos convoca a formar parte del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Movimientos Sociales. Utilizando como instrumento la institucionalidad, estamos fortaleciendo y transfiriendo todo el poder al pueblo.
-¿Cómo se construyen las comunas? ¿Cuál es el desafío principal que tiene el movimiento comunal en Venezuela?
-Las comunas tienen varias etapas. Me ha gustado vivir, he disfrutado al máximo, esos momentos tan bonitos que de repente otras generaciones no pudieron vivir. Se trata de plantearse algo, una idea, verla cuando empieza a desarrollarse, cuando comienza a entusiasmarse la gente y que la gente se convence que sí es posible hacer algo diferente, que sí es posible construir una nueva institucionalidad. Ganarte una mayoría de un sector territorial del país para que construya una comuna, o para construir un consejo comunal, eso es difícil. Pero después que se hace, es hermoso. Eso es la primera fase.
La segunda fase es convertir esa idea en un hecho concreto, que la gente se organice y tenga su legalidad jurídica, política, organizativa, que la comuna sea de hecho y de derecho. Eso es la segunda fase.
La tercera fase es donde la comuna empieza a disputarle el poder a la vieja institucionalidad, llámese alcaldías, gobernaciones, militares, etc. Porque es en esas viejas institucionalidades que las comunas tienen que nacer. En este momento todas nuestras comunas están en esa fase. Estamos entrando en una disputa por la hegemonía de la nueva institucionalidad en los territorios, de ejercer el poder en todos los aspectos. En lo económico, lo político, lo militar, en lo judicial incluso. Y eso no es fácil. No es fácil porque choca con la derecha, pero también chocas con compañeros del proceso que están dentro de esa institucionalidad y dicen: “Bueno, yo voy a desaparecer ahora, y yo, ¿qué hago como alcalde, como concejal?”.
Estamos en esa disputa, pero con fuerza, con mucha fuerza y mucha voluntad y mucha moral. Moral que nos hace leal al Comandante Chávez pero también una moral que muestra que sí se puede, que sí se puede construir más de 600 casas, que sí se puede cuando una Comuna tiene su propia maquinaria y más bien ayuda a las alcaldías para hacer obras sin burocracia, sin corrupción.
Hay también una dinámica muy interesante en todas las comunas. Es interesante plantear, desde las bases, romper con las estructuras económicas capitalistas. Eso no es cualquier cosa. Incluso estamos empezando a edificar una estructura financiera socialista desde la Comuna, con el Banco de la Comuna y el Banco del Consejo Comunal. Estamos construyendo todo un conjunto de industrias, manufacturas, para satisfacer las necesidades de cada una de las Comunas pero también queremos ir incidiendo, poco a poco, en el Producto Interno Bruto (PIB) a nivel nacional. Queremos hacer esto desde otros modos de producción.
Es importante que los periodistas, los medios de comunicación, investiguen sobre estos procesos porque se les pone cuidado. Se presta poca atención y entonces se invisibilizan. En Caracas, por ejemplo, nosotros como movimiento teníamos poca presencia. Pero un grupo de compañeros y compañeras, dijimos: “Vamos a ver cómo es. Si lo hicimos en la frontera, si lo hemos hecho en todas partes del país, hay que hacerlo en Caracas”. Y decidimos hacerlo donde la gente menos pensaba hacerlo: en el corazón de Caracas. Los y las compañeras tienen varios nombres pensados para la Comuna, están en proceso de discusión todavía, unos la llaman “Cuna del Libertador”, otros la llaman con otros nombres.
Lo importante es el hecho de estar desarrollando una nueva experiencia de comuna en plena Caracas, dirigida y conducida con nuestro humilde aprendizaje teórico-práctico de todos estos años. Esto es con errores, con dificultades, con anti-valores porque la comuna se construye con la sociedad que existe en el territorio, y no en una sociedad que vamos traer y colocar y decir que es socialista. La comuna se está construyendo en una sociedad capitalista, y el capitalismo nosotros lo tenemos hasta en las células. Pero allí vamos avanzando, lento pero seguro, y a veces no tan lento. Cuando este pueblo se entusiasma es rápido el proceso. Y como todo proceso tiene sus momentos de estancamiento, que no son malos. Nada en el mundo es continuo. Un árbol no crece continuamente, ni infinitamente. Los estancamientos son importantes para revisar, para ver qué hiciste mal. A nosotros nos ha sucedido. Hay procesos que se desarrollan, pero que se estancan. La gente se cansa, pero vienen otro grupo de dirigentes, otra generación de dirigentes, y allí estamos nosotros empujando los procesos.
-En los medios de comunicación privados, tanto en Venezuela como en el exterior, cuando tocan el tema de las comunas tienden a mostrar fuertes preocupaciones. ¿Cuál es el temor frente a la construcción de las comunas? ¿Cuál es el gran peligro?
-Hay un peligro real para la derecha venezolana, la derecha continental, e incluso para el imperialismo, y no solamente el imperialismo norteamericano como actual jefe del imperialismo, sino para el capital internacional, el capitalismo como tal. El temor que tienen es que nosotros como venezolanos y como Revolución hemos venido jugando a hacer Revolución en el marco democrático-burgués. Construir las comunas es sacar a la Revolución de ese juego democrático-burgués y llevar a la derecha venezolana, a la derecha continental, y al imperialismo en su conjunto, a un terreno que no es el de ellos. Ese es el peligro.
No es cualquier peligro, no es un peligro táctico. Es un peligro estratégico. Entonces ese es el mayor peligro: que seamos capaces en Venezuela de edificar una nueva institucionalidad que ellos no controlan. El temor, en sí, es que nosotros y la Revolución, con nuestra nueva institucionalidad, los sacaríamos de su juego democrático-burgués.
-¿Algunas palabras para los y las lectoras en el extranjero, para los pueblos del mundo que miran a Venezuela desde lejos, buscando aprender de su lucha por el socialismo?
-Para los y las compañeras de otros países que miran desde la computadora, el televisor, desde la opinión de algún periodista de un medio de su país, lo que les puedo decir es que esta es una Revolución hecha desde el pueblo, para el pueblo, y por el pueblo. El Comandante Chávez sembró un profundo sentimiento patrio, algo que nosotros no teníamos. Empezamos a valorar lo nuestro, a querernos a nosotros mismos. Empezamos a juntarnos como sociedad y vimos que el problema de uno es el problema del otro, y que el problema de los otros es el problema de toda la República.
En Venezuela había extrema pobreza. Un país rico en riquezas minerales como petróleo, hierro, también agua y biodiversidad, y nosotros no disfrutábamos de eso. Eso se extraía y se llevaba a los países llamados desarrollados. Nosotros hemos empezado a tener conciencia que eso es de nuestra propiedad y que también es propiedad del mundo, pero tenemos la responsabilidad de administrar de la mejor manera posible esos recursos para que efectivamente le lleguen al grueso de la sociedad, a la sociedad pobre y humilde de Venezuela, y de cualquier país hermano.
La mayoría venezolana que vota por el proyecto chavista y socialista, que sigue sosteniendo la Revolución, cree firmemente en que nosotros podemos ayudar desde Venezuela a salvar a la humanidad del capitalismo, y construir una alternativa concreta. Quien quiera verla que venga. En Venezuela hay dificultades, hay delincuencia, hay problemas de corrupción, y son problemas heredados del capitalismo. El que quiere ver cómo es Venezuela, que vaya a un barrio, al campo, a una Comuna. Allí verán cómo estamos resolviendo esos problemas. El problema es que el ritmo de la construcción del socialismo es lento, justamente porque lo estamos haciendo en el marco democrático-burgués, con las leyes y los mecanismos capitalistas. Pero allí les estamos dando un golpe, usando sus propias armas para derrotarlos cada vez que nos enfrentamos.
Invitamos a todos los pueblos a que vengan al país, pero que también desde sus países hagan un esfuerzo para hacer algo distinto al capitalismo. No a la venezolana, sino como les permita las condiciones en sus países.
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